domingo, 22 de marzo de 2009

Historias de Café 2

"Jugando en un café, uno de los contendientes tocó un peón por error, y al exigirle su adversario el cumplimiento del reglamento (debe jugar la pieza tocada), no quiso moverlo porque se percató de que le acarreaba la pérdida de la partida. El segundo de los nombrados se encolerizó y tiró las piezas, y al hacerlo derribó una taza de café en los pantalones de su rival.
Hubo un gran alboroto, que terminó con la intervención de un juez, a quien se pidió que dictaminase en el asunto. Así se hizo, y restablecida la armonía condenó al jugador irascible con los gastos de limpieza del pantalón y a no enrocar durante una semana."
Cuando leí esta pequeña anécdota, me pareció que pertenecía a otra época. Efectivamente, apareció en una revista del año 1966. Tiene por lo menos 40 años. Es posible que el autor haya querido provocar un efecto humorístico con la sentencia del juez. No sé si es verídica, pero trasunta una inocencia que hemos perdido, en estos tiempos de dobles mensajes. De transición hacia nuevos valores no siempre mejores que los anteriores…

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